Literartuber 2021 Relatos 25, 26, y 27

Literartuber 2021

Relatos 25, 26 y 27









#LITERARTOBERMar


Regresando A Casa

Un día desperté y no sabía quién era.

Deambulé por las calles sin un rumbo a dónde ir, con la esperanza de encontrar algo que se me hiciera familiar, que recordara quién era, dónde estaba y qué hacía ahí.

Mi cuerpo de manera automática se movía, no era consciente de mis movimientos, solo hasta que sentí un fuerte dolor en la parte baja de mi cuerpo reaccioné y me dejé caer al suelo para ver qué me había sucedido.

Nunca les había prestado atención, son tan raros... los observo y comienzo a tocarlos, los acaricio con delicadeza. Y encuentro la razón del dolor, un hilo de sangre corre hasta gotear en el suelo, me he cortado.

—¿Estás perdida niña?

Intento hablar, pero ni un sonido sale de mi garganta.

—¿Necesitas ayuda?

Sacudo la cabeza.

—Tienes un hermoso cabello, ondulado y rojo. Tengo clientas que pagarían muy bien. Hace no mucho varias chicas me vendieron su cabello por una necesidad, pero ninguna como el tuyo.

Sonrió.

—Supongo que tu voz era hermosa y cualquier príncipe... chico, caería a tus pies.

Vuelvo a sonreír, es muy amable la señora.

—Hace poco, hubo una gran boda, una pareja muy joven, pero la novia no era tan linda como tú.

Se agacha y me da una moneda.

—Si cambias de parecer, búscame. Mi estética se llama Fashion Úrsula. Tiene una fachada lila y morada, a la orilla del mar.

Sacudo la cabeza.

—¿Sabes nadar querida? Si algún día vas a visitarme, será mejor que no te acerques mucho, el mar ha estado picado últimamente y podrías tener un accidente.

Vi cómo se alejaba la mujer y no me pude resistir, fui detrás de ella.

Era una hermosa agua, de un azul tan intenso que no se notaba el límite del agua con el cielo, parecían uno mismo.

En cuanto mis pies se introdujeron, mil recuerdos llegaron a mi. Mi padre... mis hermanas, me buscaban... me llamaban. Y me introduje mar adentro.

Sentí un cosquilleo y exhalé mi último suspiro antes de desaparecer y convertirme en espuma de mar, mi destino.














#LITERARTOBERCopa


Un Matrimonio Perfecto

Mi madre me contó que su madre se las entregó cuando se casó, y mi abuela también las recibió de su mamá. Han pasado por muchas generaciones y aparte de hermosas son una antigüedad, una reliquia que algún día heredaré a mi pequeña cuando comience su familia.

De eso falta mucho, si es que algún día tengo. 

Se supone que debería estar viviendo mi luna de miel, por lo menos los primeros años. El matrimonio no es como pensé que sería.

Cinco años con él, creí que era un hombre maravilloso, que me amaba, cómo yo lo hacía. Me equivoqué.

Estando en aquel paraíso, él cambió, era otro. Por primera vez se atrevió a golpearme, no una ni dos veces en esos diez días, que fueron un infierno... Un martirio.

La primera vez fijo que estaba borracho, cuando me pidió disculpas a la mañana siguiente, pero esa misma noche me pegó más fuerte, y así todas y cada una. Coqueteaba descaradamente con cualquier mujer que pasara frente a nosotros, yo no podía levantar ni los ojos sin recibir una amenaza con su mirada.

Cuando regresamos a la ciudad, creí que había sido el estrés de la boda lo que lo había cambiado, que ahora que terminaba el viaje y regresábamos a nuestras vidas, creí que volveríamos a la normalidad.

Aprendió a golpearme dónde nadie lo notará, me humillaba con cualquier pretexto.

Espero que mi madre entienda la razón por la que estropee su herencia... Debí usar otras copas y no las de la herencia de la familia.

Seis meses soporté vivir... Sobrevivir de esta manera, con el pretexto de que cumplíamos meses, me esmere con la cena y el vino. Para no estar gorda como él me decía, yo cené una ensalada y tomé agua. A él le servía un corte de carne y mucho vino.

Quizá exageré con la dosis, creí que tendría más tiempo para tener una coartada. Debía asegurarme que funcionara y por eso puse en la comida, en la bebida y hasta en la cristalería.













#LITERARTOBERPuñal


Telenovelas

Siempre dije que los guionistas de las telenovelas eran unos tarados, bueno, en realidad hacen taradas a sus protagonistas. ¿Cuántas veces no pasa que un personaje es asesinado y la bruta lo primero que hace es agarrar el arma en el preciso momento que alguien más entra en escena?

También soy una tarada.

No sé que me llevó a hacer está tontería. Quizá sea una reacción muy normal y es lo que cualquiera haría.

Iba saliendo del trabajo, mi automóvil está en el taller, tenía que caminar unas cuadras para llegar al metro. La vida no está para darme el lujo de pagar un taxi o un Uber. 

Era tarde, debía apurarme si quería alcanzar el servicio, había pocos automóviles circulando y ni un alma cerca. Un ruido y gritos hicieron detenerme.

¿Y qué fue lo que hice?

Estúpidamente fui directamente a dónde no debería meter las narices, ni que fuera Supergirl.

Veo una chica herida, me acerco para ayudarla, como si tuviera preparación médica, y lo primero que hago es tomar el maldito cuchillo que estaba junto a ella. Veo que está mal, reviso si tiene pulso, si respira.

Llena de sangre, busco mi teléfono sin soltar el puñal.

—Natalia, ¿Qué has hecho? —una compañera de trabajo también debió escuchar la pelea.

Nadie va a creer mi historia.

No lo dudo, entierro el puñal en su vientre varias veces. Decido regresar a la oficina mintiéndole al poli que se me habían olvidado mis llaves.  Fui directamente a los servicios, me lavé perfectamente y como siempre tengo una muda de ropa por si tengo un accidente, me cambió, reviso peinado y maquillaje y salgo unos minutos después.

Pedí un Uber, pero hicimos una parada para comprar algo de comida que pedí por teléfono, ese fue el pretexto para tirar en el bote de basura el cuchillo, que ya estaba limpio y desinfectado.

Tendría muy mala suerte que me culparan de ambas muertes, no he dejado prueba. Me sorprende no sentirme mal, sinceramente no me caía bien esa chica, era medio hipócrita. Por lo menos mañana no la tendré que soportar.









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