Literartuber 2021 Relatos 22, 23 y 24

Literartuber 2021

Relatos 22, 23 y 24

#LITERARTOBERCena

La Última Cena

Por mucho tiempo se postergó esta cena, por una u otra cosa se cancelaba en el último momento. Quizá era el destino que nos daba señales que está reunión era una muy mala idea.

Ver películas como Destino final o Se lo que hicieron el verano pasado era un dèjavú de alguna manera. Estar juntos era tentar de nuevo a la muerte.

El cáncer se llevó a mi mejor amigo, darle el último adiós es la razón de estar todos juntos en esta cabaña después de algunos años sin vernos. Estaba siendo una velada tranquila y llena de recuerdos. Él lo había dispuesto todo como una última petición. Rentó el lugar fuera de la ciudad, nadie lo cuestionó y aceptamos hacerlo.

Me llegó un mensaje.

«Yo no le he olvidado»

Intenté disimular, quizá era una mala broma, pero las notificaciones comenzaron a llegar una tras otra a todos los que estábamos ahí. Por el rostro de todos, supe que era el mismo mensaje o uno muy parecido.

La cena había terminado y todos nos queríamos marchar y volvieron a entrar mensajes.

«Veo que les gustó mi aderezo especial, pero solo hay un antídoto. No llegarán a tiempo al hospital... ¡Que comiencen los Juegos del hambre!»

No sé si fue sugestión o en verdad habíamos sido envenenados por algún psicópata, algunos comenzaron a presentar síntomas y no tardaron en comenzar las discusiones, los gritos... Los peleas. Era un caos y la desesperación hizo que comenzáramos a actuar como animales. Y la sangre no tardó en correr.

Era irreal, por unos mensajes nos estábamos matando, no sabíamos si esto era una broma o en verdad estaba sucediendo y moriríamos todos está noche.

¿En verdad habrá muerto de cáncer o fue...?

Sentí un fuerte dolor en el vientre y correr algo caliente por mis piernas. Caí al suelo y fue cuando vi que ya casi nadie quedaba vivo.

Éramos amigos... Fue un accidente...

La puerta se abrió, una silueta apareció y mi peor pesadilla se hizo realidad.

#LITERARTOBERRadio

Insomnio

Simplemente me fue imposible dormir. Di vueltas en la cama por horas sin poder conciliar el sueño. Decidí levantarme, prepararme una taza de café y aprovechar este tiempo de una manera más productiva.

Encendí la laptop, abrí ese documento que tiene semanas sin cambiar. Intenté concentrarme, releí no sé cuántas veces las últimas líneas y la inspiración no llegaba.

Mi editor ya me había dado un ultimátum para que le entregara un avance de la nueva novela. Quizá eso era lo que me estaba quitando el sueño.

No me gustaba usar internet cuando estaba escribiendo, busqué una estación de radio para ver si la música lograba distraerme y enfocarme en mi historia. Durante días probé diferentes géneros y seguía sin escribir una línea decente.

Encontré una estación que estaba en vivo a las 3 am, supongo que muchos tampoco pueden dormir, no sé a quién se le hizo buena idea contar historias de terror, la gente llamaba para contar sus experiencias paranormales, comencé a escuchar el programa todos los días, quizá de estás chorradas podría sacar algo interesante.

En lugar de que me inquietara lo que escuchaba, me arrullaba y podía dormir como un bebé. Continuaba sin escribir, pero lograba descansar y eso me había ayudado para sacar algunas ideas que podía desarrollar.

Una noche, escuché unos ruidos y por un instante me pareció ver alguna sombra observándome. Tal vez comenzaba a sugestionarme al escuchar el programa, y aunque ninguna noche me lo perdía.

Había escuchado que este tipo de programas podían atraer malas vibras o abrir portales... Sin duda no creía en eso. Pero la sensación de que había algo en casa continuaba, comenzaba a preocuparme y tener algo de miedo. Quizá por ello decidí llamar al programa y contar lo que estaba sucediendo, a lo mejor alguien podría ayudarme o me diría que me estaba sugestionando por dormir con aquellas historias.

Casi se burlaron de mí y enojado cerré la computadora. En mi habitación estaba esperándome alguien. Supe que esa sonrisa sería lo último que vería, y mi cuerpo lo encontraría mi editor a la mañana siguiente. 

#LITERARTOBERCarretera

Último Viaje

Nunca me ha gustado conducir de noche y menos en carretera. He escuchado mil historias de aparecidos, no sé si sean leyendas urbanas o si en verdad existan entes que penan. Comenzaba a llover y sería una gran tormenta.

Encontré una desviación y había un pequeño motel. Por un momento recordé la película de Psicosis, pero era mi mejor opción. 

A la mañana seguirte, afuera de mi cuarto había un anciano, me preguntó si iba al pueblo, comentó que llevaba mucho caminando y sus pies ya no podían dar un paso más, sabía lo que preguntaría después, se veía tan débil y demacrado que si lo dejaba hablar no podría negarme. Y estaba en lo correcto, guardamos sus pertenencias y empezamos el viaje.

Por lo menos el viaje fue más ameno, se la pasó contándome grandes historias que sus ojos vieron. Cuando me di cuenta ya estábamos entrando al pueblo. Me detuve para comprar algo de comida, desconocía si el señor tenía dónde llegar y no quería que anduviera con el estómago vacío. Regresé con dos cafés, unas donas y algunos chunches más.

El anciano se había marchado. Comí lo que compré y conduje unas cuadras, fue hasta que recordé que sus cosas estaban guardadas atrás. Fui a revisar y en efecto, ahí seguía su maleta.

¿Ahora que demonios hago?

Decidí abrirla, para ver si encontraba alguna dirección o nombre para poder encontrarlo y entregarle sus pertenencias.

El horror vino cuando vi el contenido.

Sin duda no son leyendas urbanas, y aunque mi razón se niega a decirlo en voz alta, puedo apostar que mi acompañante, lo único que deseaba era regresar a casa y quizás ser enterrado con los suyos.

Las autoridades no creerán mi historia que parecía sacada de una película o novela. Pregunté dónde quedaba el cementerio, quizá no era lo más correcto, pero estaría más cerca de su deseo. Dejo sus restos en una de las tumbas, le rece un Padre Nuestro y ahí, frente a mí estaba él. Me dio las gracias y comenzó a alejarse. Un segundo estaba ahí y el siguiente había desaparecido.