Yo Escribo Enero








¡¡¡Hola!!!


Como parte de uno de los retos de escritura de BooksFD creado por mi para ayudarme a escribir un poco más, es que esta que es su segunda edición, decidí escribir cada mes cinco relatos, o mejor dicho micro-relatos.

Así que para que sigan conociendo mi estilo, cada mes se los quiero compartir.

En el mes de enero las palabras que hay que utilizar son: Hogar, Ouija, Noche, Espinas, la idea es que hasta 500 palabras se usen 3 o las 4 palabras, y si se utiliza solo 1, tenemos el tope de 200 palabras, yo al final decidí usar cada palabra para cada historia y y aparte hacer uno un poquito más extenso utilizando las 4, u el resultado de este mes son esto:






Alcanzando Sueños

No sé a quién se le ocurrió regalarme de Navidad una ouija... Una cruel broma sin duda, ya que todos los que me conocen saben que todas esas cosas paranormales, me dan mucho miedo, incluso por las noche como si fuera una niña pequeña, sigo durmiendo con la luz de la lamparilla encendida, a pesar de estar a punto de cumplir 23 años, de estar por terminar la universidad, tener un buen trabajo bien remunerado, sigo siendo la niña temerosa de siempre.

Di un grito cuando vi lo que había dentro de la bolsa de regalo, aun confundida, intenté ver los rostros de todos para encontrar al culpable y nada.

Con manos temblorosas intento cubrir de nuevo la tabla y una astilla se me entierra, sangrando más de lo que debería, por lo cual la aventé con más coraje al suelo.

Mi padre en cuanto la vio me gritó que en su hogar no permitiría que hubiera esas cosas y me ordenó que la sacará junto con el bote de la basura a la calle. Yo estuve de acuerdo al principio, pero cambié de opinión ya que sucedió algo extraño en cuanto la toqué, me recordó mucho la película, esa de Jumanji, debido a que comencé a escuchar una especie de tamborileo y parece que soy la única de escucharlo.

En cuanto salí, fui directa a los rosales de mi madre para ocultarla ahí y sin importarme que alguna espina me rasguñara la mano, la oculté, ya más tarde, cuando todos durmieran saldría por ella.

Han pasado dos navidades desde entonces y sigo conservándola. Esa noche, hice mi primera sesión... Me sentí complacida cuando tuve por fin esa respuesta.

Aún no sé quién me responde, pero me ha aconsejado para conseguir el amor, graduarme con mención honorífica, Y lo más importante, cómo dejar viudo a ese profesor que hoy corresponde por fin mi amor.







Una Oportunidad

Todavía recuerdo la noche que hui de la casa hogar donde viví los peores momentos de mi corta edad.

Mi madre fue una indigente que se embarazó quien sabe de quién y dando a luz falleció un 1 de enero dejándome sola en este mundo.

A los trece años salí corriendo sin mirar atrás.

Dos años han pasado y mientras suenan las campanadas de fin de año, las contracciones son más seguidas, solo le pido a Dios que no se repita la misma historia de mi madre conmigo.







Solo Un Juego

Las tontas de mis amigas, se les hizo muy fácil "jugar" con la ouija y contactar con el más "allá". No creían en este tipo de cosas... Si tan solo me hubieran hecho caso, no estarían sucediendo ahora éstas cosas.

Éramos cinco aquella noche, dos semanas después estoy en el funeral de Lola y Sammy.

No sé que me da más miedo, ser la siguiente o ser la última, en algún momento todas tendremos el mismo final.

Intenté persuadirlas, les confesé que yo podía ver cosas y se burlaron de mi... en cuanto hicimos la primera pregunta, al lado de cada una apareció una sombra, y ahí comprendí que nos habíamos condenado.







Noche Mágica

Quién me hubiera dicho que mi primera vez sería como lo pintan en las películas o novelas románticas, es que desde hace mucho hubiera perdido la virginidad.

¡Oh por Dios!

Fue tan dulce, delicado, apasionado que fue sencillamente la noche perfecta.

Sus padres estaban de viaje.

Cena romántica con velas, un vinito —otra primera vez—, y en lugar de ir a su recámara, nos ganó la pasión y terminamos haciéndolo ahí en la sala.

No sé en qué momento cubrió nuestra desnudez con una manta, y gracias a ella, es que puedo ocultar mi rostro a mis suegros que están frente a nosotros.







Por Una Rosa

El muy desgraciado, cuando éramos novios, me fue ganando con sus detalles, cada día me regalaba una rosa roja que me dejaba sobre mi escritorio.

Me dijo, que cada día que estuviéramos juntos, yo tendría mi regalo.

No tardé mucho en darle el sí y tan solo tres meses después nos casamos por todas las leyes: la de Dios y la de los hombres.

Creí que las espinas que lastimarían mis manos serías las de sus rosas, no la de los nopales que día con día ayudo a su mamá a limpiar en su puesto de verduras que tiene en el mercado.







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